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miércoles, 12 de febrero de 2014

LOS ECLIPSES Y LA KABALAH- LAS TORMENTAS SOLARES SERÌAN TOMADAS COMO DIOS DISGUSTADO CON NOOSTROS....


Maestro Tzvi ben Abba Shaul Kabalista Contemporaneo Investigaciónes Kabalisticas 
Aprendemos de nuestros sabios que los eclipses traen grandes mensajes- 
Hay que saber qué mensaje es si es lunar y cuál si es solar. 
Es menester ser entendidos y profundizar en estos temas, ya que la Torá,pentateuco Tanaj y literatura hebrea  están plagados de estas aguas profundas, que por profundas muchos temen introducirse en ellas, pues temen ahogarse; y, digamos la verdad, muchos se han ahogado.
Todos los sabios de Israel han sido conocedores de estas materias de estudio. 
Ya es tiempo que retomemos la senda antigua de nuestros padres y de nuestros profetas y sabios. 
Ya que parte del exilio de Israel es estar desconectado de sus raíces ancestrales, para lo que es necesario recalcar que nuestros padres Avraham, Yitzjak y Yaakov 
(luego las 12 tribus) eran expertos en conocer y calcular estas disciplinas, que están basadas en leyes espirituales que se manifiestan en la creación.
Yedidyahu ben Yisrael.
La Kabalah enseña que cada fenómeno natural conlleva un mensaje del Creador a la humanidad. 
Cada persona que presencia un fenómeno de esta naturaleza debe intentar, mediante la meditación, de entender la profundidad de su significado y cómo afecta su propia vida. 
Según la Kabalá, el mensaje inserto en un eclipse solar tiene cuatro dimensiones de meditación las cuales se interrelacionan; 
cada nivel es precedido por el anterior, los cuales, debidamente inculcados en nuestro inconsciente sirven para acercarnos al Todopoderoso, trayendo como consecuencia perfección
 paz 
felicidad a la humanidad.
Primera Dimensión
 - En primer lugar debemos enfocar nuestra intención sobre el fenómeno en el momento del suceso. 
Durante un eclipse solar, el sol se nos oculta. 
Según la Biblia, el sol simboliza la fuerza y el poder en la naturaleza. 
Durante un eclipse solar el símbolo primario de poder se esconde temporalmente: éste experimenta una "caída". 
Cuando meditamos nos damos cuenta que la fuerza de la naturaleza es intrínsicamente limitada y finita, que una parte de ella puede interferir con la otra y que a veces puede "tropezar con ella misma". 
Su arrogancia se rompe temporalmente para que no pensemos que es omnipotente. 
Con respecto a nosotros mismos, cuando presenciemos un eclipse solar debemos tratar de sentirlo como nuestro propio ego a fin de alcanzar un nivel de verdadera sumisión y aceptación de que no somos omnipotentes.

Segunda Dimensión 
- Al disminuir el ego, se levanta el velo que nos impide reconocer al Creador, pudiendo ahora experimentar en nuestra meditación la presencia, a través de la naturaleza, de su omnipotencia, y reconocerlo como omnipotente y omnipresente. 
En todo Su poder siempre está "aquí y ahora". 
El momento ideal para sentir que Su esencia nunca se apaga es durante un eclipse, cuando nos damos cuenta que la naturaleza no se creó sola, sino que existe debido a un Todopoderoso omnipotente y omnipresente.

Tercera Dimensión 
- En este nivel experimentamos toda la naturaleza, 
inclusive nuestro propio cuerpo y alma, regresando al estado Divino de la "nada" 
donde estuvimos antes de nacer. El fenómeno del eclipse nos enseña que constantemente todo lo creado regresa a la "nada" para ser nuevamente creado.
Esta es la experiencia de la continua recreación de toda realidad. 
El Todopoderoso no solamente creó el universo para estar presente en Su creación y así vigilarla, sino que Él recrea constantemente el mundo; 
Su Providencia se nos manifiesta a través de su acto de recreación. 
En hebreo, la palabra "recreación" también significa "buena salud". La experiencia de la recreación nos brinda buena salud y felicidad.

Cuarta Dimensión 
- Después de sentir el eclipse como el retorno de toda realidad a la "nada" para volver a ser creados (mejor y más fuertes que antes),
 podemos darnos cuenta del mensaje final del eclipse de sol; 
que en realidad, todo el mundo como lo conocemos, desde el comienzo hasta ahora, es un gran "eclipse" de verdadera realidad mediante el cual el Todopoderoso desea bendecirnos y crear para nosotros en el futuro.

Durante el eclipse, meditamos por que tengamos él merito de la salvación y la redención, el nacimiento de un nuevo "día" de luz infinita y bendición después del "negro" eclipse de la historia de la humanidad.

En Salmos (84:12), leemos que la luz Divina, fuente de toda bendición, se compara con el "sol", cuya revelación en el presente nos está oculta a través de un "escudo". 
En su tiempo, el Todopoderoso lo revelará para toda la humanidad y entonces finalizará el eclipse cósmico. 
Hay rabinos que Durante los eclipses,dicen que Di-s exige castigo por ciertos pecados. 
Algunos períodos son apartados por la justicia divina que ha de imponerse a cabo, y que se indican en el universo físico de eclipses.
Explica el término Talmudiko ha-Jamah, literalmente "el llamativo Al  Sol", que se refiere no a los eclipses solares, sino a las manchas solares.
 Estos son manchas oscuras frías en la cara del sol (a menudo más grande que la Tierra), causada por las tormentas magnéticas. Siendo estos eventos de ocurrencia desconocida, explica que son un signo de Dios disgustado.
 En efecto, las manchas solares envían grandes cantidades de protones cargados en nuestra atmósfera, y varios estudios han demostrado tentativamente variaciones correspondientes en las poblaciones animales y la incidencia de la enfermedad entre las personas. Las personas de épocas anteriores eran más sensibles a este tipo de aberraciones de la luz del sol. A pesar de las manchas solares y las perturbaciones de tormentas solares se producen en un ciclo de aproximadamente once años, esto puede variar desde siete hasta dieciséis años.

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